jueves, 10 de mayo de 2012

huesos del pie





Huesos

Huesos del pie
Los huesos que constituyen el pie se disponen en tres grupos principales:3
  • Grupo proximal: formado por los huesos del tarso.
Astrágalo
    • Astrágalo. Es el único hueso del tarso que se articula con la pierna, quedando sujeto por la mortaja tibioperonea y articulándose caudalmente con el calcáneo y ventralmente con el escafoides. Consta de una cabeza o porción anterior que se articulará con el escafoides, un cuello o segmento intermedio y un cuerpo o porción posterior. El cuerpo es la parte más voluminosa, su cara superior es articular formando la porción media o principal de la tróclea o polea astragalina.
Calcaneo
    • Calcáneo. Tiene una forma irregularmente paralelepípeda representando su mitad posterior el talón. En su cara superior distinguimos dos carillas articulares para el astrágalo. Entre ambas carillas existe un surco profundo denominado sulcus calcanei, que junto con sulcus tali forma un conducto o cueva ósea: el seno del tarso (sinus tarsi). La cara inferior es rugosa y presenta dos eminencias: las tuberosidades interna y externa del calcáneo. La cara externa presenta un pequeño tubérculo denominado tubérculo peroneo. En la cara interna podemos observar el canal calcáneo interno debajo del sustentaculum tali. La cara anterior es lisa y se articula con el cuboides. La cara posterior forma la parte prominente del talón.
    • Escafoides. Presenta una forma navicular. Su cara posterior o proximal ofrece una excavación articular para el astrágalo. Su cara anterior o distal presenta tres facetas triangulares para articularse con las cuñas. En la parte interna del hueso se aprecia un saliente denominado tubérculo del escafoides y en la parte externa una carilla plana para el cuboides.
    • Cuñas o huesos cuneiformes. Son tres: primera o medial, segunda o intermedia y tercera o lateral. Todas presentan una cara proximal triangular articulada con el escafoides y una cara distal también triangular articulada con los cuatro primeros metatarsianos.
    • Cuboides. Tiene forma irregularmente cuboidea. Su cara proximal es lisa y se articula con el calcáneo. Su cara distal presenta dos facetas articulares para el cuarto y quinto metatarsiano. En la cara medial presenta dos carillas, una anterior para la tercera cuña y otra posterior para el escafoides. El resto de sus caras (dorsal, plantar y lateral) son rugosas y no articulares. En la cara plantar destaca una cresta, la cresta del cuboides, que divide en dos partes su cara plantar constituyendo la parte anterior un canal denominado surco del peroneo lateral largo.
  • 2- Grupo intermedio. Formado por los metatarsianos.
2º metatarsiano, vista anterior y posterior.
    • Metatarsianos. Son pequeños huesos largos, que se disponen de dentro afuera con los nombres de primero, segundo, tercero, cuarto y quinto. No se encuentran en el mismo plano sino que forman un arco transversal, más elevado por dentro que por fuera. Cada uno de ellos consta de una base o extremo proximal, un cuerpo o diáfisis y una cabeza o extremidad distal. El quinto suele presentar un saliente posteroexterno a nivel de su base: La apófisis estiloides del quinto metatarsiano. La diáfisis es prismática triangular con base dorsal y arista plantar. El primer metatarsiano (el más grueso) se articula con la primera cuña, el segundo encaja entre las tres cuñas, el tercero sólo se articula con la tercera, el cuarto con la tercera y el cuboides y el quinto sólo con el cuboides. Además todos se articulan entre sí.
  • 3- Grupo distal: formado por las falanges.
    • Falanges. Se conocen con los nombres de primera o proximal, segunda o medial y tercera o distal o unqueal. El dedo gordo o hallux sólo tiene dos falanges: la proximal y la distal o unqueal. Son muy rudimentarias, presentando una base o extremidad proximal, una diáfisis muy corta y una cabeza o extremidad distal. Las superficies articulares de sus extremidades son trocleas rudimentarias.


HUESOS DEL CUERPO HUMANO







El esqueleto humano adulto está constituido por al menos 206 huesos, pudiendo llegar su número en algunas personas, incluyendo los huesos wormianos, típicamente a los 210.1 En el lactante y el niño hay que sumar además 3 o 4 vértebras sacras, que posteriormente se funden en el sacro, de 3 a 5 vértebras coxígeas, que luego se funden en el coxis, y el ilion, isquion y pubis, que en el adulto están fusionados en el coxal. La mayoría de los huesos son pares, con un miembro de cada par en cada lado del cuerpo. Los huesos impares son: las vértebras, el esternón, el frontal, el occipital, la mandíbula, el esfenoides, el etmoides, el vómer y el hioides.
Entre paréntesis y en negrita se muestra el número total de huesos de cada tipo en el esqueleto humano.
== [[Cabezal ]] (29) ==
Cráneo: neurocráneo2 (8) Cráneo: esplacnocráneo3 (14) Oído medio (6) Cuello (1)
Frontal (1)
Parietal (2)
Temporal (2)
Occipital (1)
Esfenoides (1)
Etmoides (1)
Huesos wormianos (variable)
Vómer (1)
Unguis (2)
Huesos Nasales (2)
Cornete nasal (2)
Maxilar inferior (1))
Maxilar superior (1)<
Mandíbula (1)
Cigomático o malar (2)
Palatinos (2)

Martillo (2)
Yunque (2)
Estribo (2)

Hioides (1)
Human skull side simplified (bones)-es.svg
Es-Human skull front simplified (bones).svg
Anatomia oido humano.png
Larynx external en.svg




Contenido

Tronco y cuello (51)

Columna vertebral (26)

Columna
Vértebras cervicales (7)
Columna dorsal
Vértebras dorsales4 (12)
Columna lumbar
Vértebras lumbares (5)
Columna sacra.l. y coxis (2) Imagen
Atlas o primera vértebra cervical (1)
Axis o segunda vértebra cervical (1)
Tercera vértebra cervical (1)
Cuarta vértebra cervical (1)
Quinta vértebra cervical (1)
Sexta vértebra cervical (1)
Séptima vértebra cervical (1)
Primera vértebra torácica (1)
Segunda vértebra torácica (1)
Tercera vértebra torácica (1)
Cuarta vértebra torácica (1)
Quinta vértebra torácica (1)
Sexta vértebra torácica (1)
Séptima vértebra torácica (1)
Octava vértebra torácica (1)
Novena vértebra torácica (1)
Décima vértebra torácica (1)
Undécima vértebra torácica (1)
Duodécima vértebra torácica (1)
Primera vértebra lumbar (1)
Segunda vértebra lumbar (1)
Tercera vértebra lumbar (1)
Cuarta vértebra lumbar (1)
Quinta vértebra lumbar (1)
Sacro (1: 5 vértebras fusionadas)
Coxis (1: normalmente 4 vértebras fusionadas)
Gray 111 - Vertebral column-coloured.png

Huesos del tórax (25)

Tórax: esternón (impar) y costillas (pares). Está cerrado posteriormente por la columna dorsal.

Esqueleto apendicular (126)

Miembro o extremidad superior5 (64)

Huesos del miembro superior.
Cintura escapular (4) Brazo (2) Antebrazo (4)
Escápula u omóplato6 (2)
Clavícula (2)
Húmero (2) Ulna o cúbito7 (2)
Radio (2)
Pectoral girdle front diagram es.svg
HumerusFront.png
Gray213.png

domingo, 6 de mayo de 2012

LEGRADO UTERINO


LEGRADA UTERINO
El Legrado o cureñaje, en cirugía, consiste en el uso de una legra o careta para eliminar tejido del útero mediante raspado o cucharilla do. Puede ser utilizado para obtener una biopsia de una masa para determinar si es un granulosa, neoplasia, u otra clase de tumor. Puede ser también utilizado paliativamente para reducir masas en muchos lugares también se usa para realizar un aborto quirúrgico dentro de los primeros 3 meses o como tratamiento tras un aborto espontáneo. Suele formar parte de la operación denominada como Dilatación y Cureñaje, y a menudo se usa como término equivalente de dicha operación.
En ginecología la Dilatación y Legrado (D y L) es un procedimiento que se realiza a ciegas en que tras la dilatación del canal cervical con un especulo se procede a la limpieza de la cavidad uterina. Luego se extrae el tejido endometrial para su examen.
Este procedimiento debe realizarse en hospitales o clínicas y requiere de anestesia local o general (dependiendo de las condiciones particulares de cada caso).


 


CARACTERISTICAS
Muchas mujeres se enfrentan a lo largo de su vida reproductiva a un legrado, una técnica que se utiliza en una multiplicidad de situaciones diferentes. Sus características, definición, descripción, cuidados y recuperación, se analizan con detalle en este artículo.
El legrado es un procedimiento en el cual se raspa la cavidad de la matriz con una legra, que es un instrumento similar a una cuchara larga.
Se recurre a esta cirugía en varias condiciones. Cuando se produce un aborto espontáneo, el niño y los tejidos placentarios no salen en su totalidad. En este caso, se realiza el legrado para remover esos tejidos y evitar cuadros infecciosos.
El legrado también se emplea cuando hay sangrados que no ceden a pesar de diversos tratamientos. Se legra la cavidad y así cesa el sangrado. Además, se analiza microscópicamente el tejido que se extrae, con el fin de averiguar el origen del sangrado.
Se usa con frecuencia en las mujeres menopáusicas que presentan un episodio de sangrado, o cuando el ultrasonido muestra que la capa interna de la matriz, llamada endometrio, está gruesa. En estos casos, el legrado sirve para recoger muestras del tejido endometrial y realizar una biopsia que nos indique cuál tipo de tratamiento seguir, y sobre todo para asegurarnos de que la alteración no es producto de una lesión pre cancerosa o cancerosa.
El legrado es un procedimiento bastante seguro. La complicación más temida es que la legra perfore la matriz y pueda lesionar un órgano interno o generar un sangrado importante. Afortunadamente esto ocurre pocas veces. La otra posible complicación es de tipo anestésico; pero, como hemos señalado a lo largo de este libro, hoy esto es poco frecuente.
Normalmente, se deja un compás de espera de tres meses para que la mujer se embarace. Existe una complicación bastante rara, cuando el legrado lesiona la capa
Interna de la matriz (el endometrio), por lo cual deben darse tratamientos para que esta capa se recupere y permita el embarazo.
El regreso del hospital se autoriza el mismo día, y se requiere de un acompañante. En algunos casos especiales, la salida se concede al día siguiente.
Durante las primeras veinticuatro horas se debe guardar reposo. El segundo día, la paciente debe caminar y evitar largos periodos sin moverse. La vida normal se puede restablecer entre el quinto y el décimo día, excluyendo levantar objetos pesados y realizar grandes esfuerzos, ejercicios o faenas laborales.
Según la complejidad del procedimiento, la mayoría de los médicos prefiere que la paciente mantenga el ayuno durante las primeras seis a veinticuatro horas; las necesidades alimenticias se suplen con sueros aplicados en la vena. Después de ese lapso, la paciente puede reiniciar una dieta corriente.
El legrado uterino no deja ninguna cicatriz externa ni interna, debido a que la legra llega a la cavidad de la matriz por la vagina, a través del orificio del cuello del útero.
Esto varía dependiendo de la razón por la cual se realizó el legrado. En general, la paciente se presenta a los ocho días para valorar la evolución, y al mes para analizar el resultado de la biopsia.
Uno de los objetivos de las citas posteriores al procedimiento es determinar cuándo se puede reiniciar la vida sexual. En general, la mayoría de las pacientes la reinicia entre los siete y los quince días posteriores.
Esta cirugía no afecta ni modifica la vida sexual.

EN QUE SITUACIONES SE UTILIZA UN LEGRADO
Lo más frecuente es que se realice un legrado cuando una mujer ha tenido un aborto espontáneo o inducido. El objetivo con esto es evitar que al interior del útero queden restos de placenta o del feto, según explica el doctor Francisco Tercios, ginecólogo. Quitar cualquier resto de tejidos es vital para prevenir una infección que se puede volver muy grave, agrega.
Cuando una mujer ha sufrido la pérdida de su bebé pueden quedar restos de placenta dentro del útero, que con el tiempo se descomponen y ocasionan una infección. Esta infección puede volverse tan severa que alcance todos los órganos y ponga en verdadero peligro la vida de la mujer.
Lo mismo puede suceder, aunque en casos muy raros, luego de un parto normal. En general, dice el doctor Tercios, luego del nacimiento de un niño, el médico debe revisar que la placenta haya salido completa; si no es así, será necesario realizar un legrado para asegurarse que ningún resto quede en el interior del útero. Ese es otro uso del legrado.
Las mujeres cercanas a la menopausia también podrían someterse a un legrado cuando en cada menstruación sufren de sangrados muy abundantes. Entonces, se puede sospechar de algún problema en el endometrio (el tejido que recubre el interior del útero), y se decide emplear el legrado para extraer el revestimiento y examinarlo en el laboratorio. Esto a fin de determinar que no existan células malignas

 

CUALES SON LAS COMPLICACIONES
Una complicación frecuente tras la práctica de un legrado es que queden restos de placenta y/o membranas dentro del útero. Si esto ocurre, es decir, si la placenta y sus membranas no se han evacuado completamente puede aparecer un sangrado de mayor o menor cuantía a los pocos días del legrado, que se suele acompañar de dolor en la pelvis o en la parte inferior del abdomen. Este dolor obedece a las contracciones del útero en un intento de expulsar los restos que hayan quedado en su interior.
La forma en que los profesionales podemos reconocer esta complicación es, fundamentalmente, realizando una ecografía. Si persisten restos ovulares al realizar esta prueba podremos apreciar un engrosamiento endometrial, es decir, de la capa más interna del útero. Pero en ocasiones si este engrosamiento no es muy llamativo, podemos adoptar una actitud expectante, es decir, esperar a que la matriz expulse los restos por sí sola y de esta manera evitar tener que pasar por el quirófano una segunda vez. En cualquier caso, hay que repetir la ecografía para comprobar que el útero ha quedado totalmente vacío. Si no es así, habría que repetir el legrado.
Otra complicación del legrado es la llamada endometritis o infección de la cavidad endometrial, lugar donde estaba anidado el huevo fecundado, que puede extenderse a las trompas de Falopio y a los ovarios. Esta infección suele dar también dolor en la pelvis, aunque suele ser un dolor más continuo, no de tipo fluctuante como suelen ser las contracciones uterinas.  La endometritis se puede acompañar de fiebre y de flujo vaginal que, en ocasiones, es maloliente. La forma de confirmar esta complicación es mediante la exploración física y un análisis de sangre. También en este caso debe realizarse una ecografía para comprobar que no han quedado restos en el interior del útero. El tratamiento consiste en el uso de antibióticos. En caso de persistir restos en el útero deberá realizarse otro legrado o una aspiración de los mismos.
Si tratamos ambas complicaciones de forma correcta y precoz, no tienen por qué acarrear problemas a largo plazo. 

 
PUEDE UNA MADRE TENER HIJOS DESPUÉS QUE SE PRACTICA UN LEGRADO

Claro que si mujer...!! Claro que podemos quedar embarazadas de vuelta. Te digo que en nov. /09 me legraron y hoy felizmente estoy de 3 meses!! Depende de Dios, el decide cuando tiene que venir esa criaturita, lo importante es no tener miedo y mucha fe. Entregar tu vida a Dios, como lo hiciste con ese bebito que no pudo venir...
Les deseo lo mejor y ojala pronto nos puedan dar buenas noticias!!

CUIDADOS POSTOPERATIVO
La atención al paciente en la etapa postquirúrgica se lleva a efecto, una vez que ha sido concluida su intervención quirúrgica, para ser trasladado de la sala de operaciones a la sala de recuperación post-anestésica, el inicio de esta etapa se considera al ser ingresado a la sala de recuperación post-anestésica (PAR) o unidad de cuidados pos anestésicos (PACU). Su ubicación es dentro de las instalaciones del quirófano, o bien con acceso directo a la misma. En la etapa postquirúrgica la atención de la enfermera (o) se centra, en torno a la valoración integral del paciente y su vigilancia continua, con el propósito de proporcionar una asistencia de alta calidad profesional, iniciando por la identificación de complicaciones potenciales y su tratamiento oportuno, incluyendo la atención a sus familiares, sin olvidar otorgar la atención al paciente con capacidad, seguridad y calidez. Es indispensable que el personal del área de recuperación tenga contacto (comunicación) con el paciente y sus familiares antes de que el paciente ingrese a la sala de operaciones.
Algunos autores clasifican la etapa postquirúrgica en tres fases o periodos:
La etapa post-operatoria inmediata, es el periodo en que se proporciona la atención al paciente en la sala de recuperación y durante las primeras horas en la sala de hospitalización.
La etapa post-operatoria intermedia o mediata, comprende la atención del paciente durante la convalecencia de la cirugía hasta el pre-alto del paciente.
La etapa post-operatoria tardía consiste en la planeación del alta del paciente y la enseñanza de los cuidados en el hogar, así como de las recomendaciones especiales